miércoles, 12 de mayo de 2010

El Niño que nos 'aterrizó' en seco




Los resultados de un reciente monitoreo al acuífero de Toluviejo tienen encendidas las alarmas de las autoridades ambientales de Sucre: la producción de agua se redujo a la mitad como consecuencia del Fenómeno de El Niño. Se cree que este sistema de aguas subterráneas nutre a su vez el del Golfo de Morrosquillo.



Por Elsa P. Peniche (Publicado el 09-05-2010 en EL MERIDIANO de Sucre)


Enso, nombre científico que se le da en inglés al fenómeno de El Niño (El Niño Southern Oscillation: Oscilación del Sur El Niño), enseñó con “sangre” a muchos colombianos lo que podría significar ese otro fenómeno denominado cambio climático. Y es que al calor infernal que se sintió en los últimos seis meses --etapa más cruda-- se sumó una cadena de sucesos igualmente indeseables: pérdidas incalculables en el campo, pescadores sin trabajo, acueductos secos, pueblos con sed, disputas por humedales, incendios forestales y un notable incremento de pacientes enfermos con dengue y otras enfermedades tropicales. Lo cierto es que nada de lo que se padeció dejó de ser avisado y alertado por los expertos. Si bien El Niño (verano prolongado y caluroso en Colombia) es un síndrome climático erráticamente cíclico que se deriva del calentamiento del Océano Pacífico, conocedores del tema creen que en el contexto del calentamiento global o del cambio climático será cada vez más recurrente y destructivo.

¿Está Sucre preparado para un Niño peor?
Aunque se trata de un departamento privilegiado en materia de recursos hídricos –toda una mina en estos tiempos de escasez--, el rezago de Sucre en infraestructura de acueductos, las malas prácticas, la sobreexplotación y uso inadecuado de sus fuentes superficiales y subterráneas lo ponen en un punto en el que todo está por hacer. Y "Enso" lo dejó más al desnudo. Para saber qué se le viene pierna arriba a esta parte del país, EL MERIDIANO de Sucre decidió indagar qué pasa con sus acuíferos, especialmente el de la zona costera que es el más vulnerable frente al paulatino aumento del nivel del mar y la explotación sin control, y qué están haciendo las autoridades ambientales y administrativas para proteger estas reservas hídricas.
El pozo de la dicha…
Cuenta Dagoberto Meza Martínez, curtido plomero y uno de los más antiguos perforadores de pozos que tuvo Tolú, que él y su familia se surten desde hace 40 años de un pozo artesiano que fue construido por españoles en el patio de su casa, en el barrio El Cangrejo. “Es agua delgada, consumible”, asegura. No obstante, dice que por allá en los años 70 se “bañaban con regadera”. Pero en la medida en que aumentaron los usuarios del acueducto, el servicio se hizo deficiente. Entonces decidieron prescindir de él y pagar solo el alcantarillado. Así como Meza y su familia están la mayoría de los habitantes de este balneario ubicado en el centro del litoral del Golfo de Morrosquillo, en el norte de Colombia, donde comparte 102 kilómetros de playas con los municipios de Coveñas y San Onofre. Y es que para el ex perforador de pozos de Tolú, con el “hidrante” que tiene en su patio es más que suficiente, y de hecho de él se surten muchos de sus vecinos. Claro está, solo para los menesteres de hogar, ya que para calmar la sed compran agua en bolsa. Aunque Meza insiste en que la de su pozo es de buena calidad.
Usuarios a cuenta gotas...
De los 6 mil 612 habitantes que hay en la cabecera de Tolú, 4 mil están conectados al acueducto local, pero solo mil 500 hacen uso del él, según Víctor Benito-Revollo, gerente de Aguas de Morrosquillo, empresa operadora del servicio. El resto se abastece de pozos artesianos y de los llamados perforados o profundos, que en muchos casos sus aguas son salobres dado que los sistemas de captación están muy llanos: máximo tienen 25 metros de profundidad. “Para que el agua no salga tan pesada, mínimo debe tener 100 metros de profundidad”, explica el gerente.
Riesgo medio
No obstante, el agua del acueducto, que proviene de cinco pozos profundos que cumplen con esa especificación, tampoco está libre de impurezas toda vez que le falta “clorificación”, amén de que las redes son obsoletas y el líquido llega a los hogares directamente de los pozos. Al respecto, Benito-Revollo precisó que, según Dasssalud--máxima autoridad de la salud en el departamento--, los usuarios del acueducto están “en un nivel de riesgo medio”, y recordó a modo de consuelo que solo los de Corozal y Sincelejo están en un nivel bajo. Pero aclaró que en el caso de Tolú ya le están colocando dosificadores de cloro al acueducto.
Se necesita más
Sin embargo, eso no es suficiente. De acuerdo con un estudio realizado para el Plan Departamental de Agua --con el cual el Estado busca incrementar los indicadores de cobertura, calidad y continuidad de los servicios de agua potable y saneamiento básico--, la empresa Aguas de Morrosquillo necesita producir entre 80 y 90 litros por segundo para prestar un servicio las 24 horas. Ello le exige perforar dos pozos más, lo cual tienen previsto iniciar este año, anunció el funcionario. Hoy solo producen 50 litros por segundo con los cinco pozos. Además tienen planes de construir una planta de tratamiento y dos tanques elevados que les permitirán almacenar agua y distribuirla por gravedad, lo que les ahorrará costos en energía. También proyectan cambiar las redes obsoletas. Para implementar estas soluciones, el Municipio deberá aportar durante los próximos 15 años 9 mil 500 millones de pesos, que corresponden al 50 por ciento de la inversión planeada. La otra plata la pondrán la Nación y el Departamento.
Los pozos, un problema más profundo...
A lo largo de la zona continental del Golfo de Morrosquillo, la Corporación Autónoma Regional de Sucre (Carsucre) ha inventariado mil 400 pozos, entre profundos y artesianos. Gran parte de ellos se localizan entre el sector de El Francés y la boca de la Ciénaga de la Caimanera, lo que se conoce como Segunda Ensenada, donde hay un promedio de 75 pozos por kilómetro cuadrado. Jorge Luis Martínez Sierra, funcionario de la Unidad de Aguas de Carsucre, advierte que la mayoría de las fincas poseen dos, tres y hasta cuatro pozos. De hecho en una sola hallaron más de diez. “Son pozos que a veces no tienen ningún sistema de control, los dejan abiertos y como son pozos saltantes indudablemente el agua se escapa y es agua que no se está aprovechando adecuadamente”, sostiene. Un estudio del Instituto Colombiano de Geología y Minería (Ingeominas) determinó que el acuífero del Golfo de Morrosquillo tiene poca profundidad, pues hay sectores donde la formación de agua dulce puede localizarse a los 10 y 20 metros y otros a los100 metros, que es en donde están muchos de los pozos que abastecen los balnearios de Tolú y Coveñas.
San Onofre
En San Onofre, cuya zona norte se alimenta del acuífero del mismo nombre del municipio, los pozos no pueden perforarse más allá de los 40 metros de profundidad porque las formaciones que están por debajo, las de El Carmen y San Cayetano, son de origen marino y, por lo tanto, el agua no es de buena calidad. Comprende básicamente Palo Alto, Labarcé, El Cerro, Libertad, Altos de Julio, Higuerón. El asunto es que en los sectores donde, por ejemplo, las formaciones no superan los 20 metros de profundidad y se perfora un pozo con más de 20 metros y, fuera de eso, se construye mal, puede contribuir a contaminar de agua salobre el acuífero que está en la parte de arriba, recalca Martínez Sierra.Otro problema mayúsculo es que muchos de los pozos artesianos construidos en las viviendas están cerca de las mal llamadas “pozas sépticas”, que, según el funcionario, no lo son porque están abiertas en el fondo y en las paredes, lo cual expone a aquellos, es decir a los de captación, a la contaminación. Esta situación se patentiza especialmente en Coveñas, donde abundan estos sistemas. Las letrinas, los basureros a cielo abierto, las aguas residuales y el uso de pesticidas en la actividad agrícola también ponen en riesgo la calidad del agua de los acuíferos.
El mar acecha...
Pero existe otro factor amenazante: la intrusión marina, que está asociada, por un lado, a la perforación sin control de pozos, y, por otro, al cambio climático, entre cuyas consecuencias está el aumento del nivel del mar. Esto a su vez provocará que la cuña marina se adentre más al continente. Pero sin ir más allá, un estudio de una tesis de Maestría, de Carolina Martínez Franco que contó con el apoyo de la Universidad de Antioquia y de la Corporación Autónoma Regional de Sucre concluyó que ya hay intrusión marina en el sector de El Francés y al sur del Golfo, en Coveñas, más exactamente en la Primera Ensenada. Esto significa que al agua subterránea de esa zona no se le puede dar ningún uso doméstico ni tampoco sirve para el riego porque está muy salinizada.
¿Qué se está haciendo?
El ingeniero geólogo Héctor Mario Herrera, coordinador del Proyecto de Protección Integral de Aguas Subterráneas de Carsucre, afirmó que desde que se detectó la intrusión marina y demás factores contaminantes del acuífero en cuestión, se decidió actuar. Es así como desde el 2005 empezaron a trabajar con los distintos actores (dueños de fincas, propietarios de hoteles y cabañas, gerentes de empresas de acueductos, etc.) en la formulación de un plan de manejo que tiene tres frentes de acción: uno técnico, otro social y el legal. En el aspecto técnico, investigan el funcionamiento de ese recurso hídrico, cómo funciona el ciclo del agua, cuánta reserva hay, cuánta se está extrayendo y cómo se va a planificar su extracción a futuro. En lo social, buscan sensibilizar a los actores para que cada uno asuma su responsabilidad, así como capacitar a las nuevas generaciones desde las escuelas. Y en lo legal, la tarea es empezar a regular el uso de los pozos, pues de los mil 400 inventariados se calcula que el 80 por ciento son ilegales.Herrera recordó que por ley toda persona natural o jurídica que quiera aprovechar el recurso hídrico, ya sea superficial o subterráneo, necesita un permiso que lo otorga la Corporación Regional de la jurisdicción, la cual le dice la cantidad de agua que puede extraer, de suerte que no perjudique otras fuentes de captación legales.
Alerta por bajón del acuífero de Toluviejo
Por ahora, la mayor preocupación de las autoridades ambientales se centra en el acuífero de Toluviejo, cuyo sistema de captación no es por pozos sino a través de manantiales. Este sistema se volvió especialmente estratégico porque se cree que de él se alimenta en gran parte la formación Morrosquillo. Y es que de unas pruebas realizadas entre el año pasado y este, se detectó que su producción se redujo a la mitad.
Héctor Mario Herrera afirmó que cuando iniciaron el año pasado un inventario de manantiales en Toluviejo se encontraron variaciones de caudales con una producción que oscila entre 1 y 25 litros por segundo, siento este último el más alto. Después del fenómeno de El Niño, en un monitoreo realizado hace ocho días, hallaron que hubo una reducción drástica de agua. La producción máxima descendió a 12 litros por segundo.
¿El calentamiento agotará los acuíferos?
Dice Herrera que por suerte Sucre tiene grandes reservas de agua subterránea. Sin embargo, estas aún no se han cuantificado. El acuífero de Morrosquillo, por ejemplo, abarca un área geográfica aproximada de 800 kilómetros cuadrados. “No podemos calcular para cuántos años tenemos agua, sería irresponsable hacerlo. La idea es que el agua que haya, así sea poca, nos dure para siempre y a eso se le llama manejo sostenible”, precisó el geólogo (ver entrevista adjunta).
Por lo pronto, el Ministerio de Ambiente lanzó el pasado 19 de marzo la Política Nacional para la Gestión Integral del Recurso Hídrico que pretende articular los instrumentos existentes para que el manejo y protección del agua sea más eficiente. Esta política organizó al país en 42 zonas hidrográficas.
Es claro entonces que el Gobierno es conciente de que Colombia, por ser uno de los países con mayor riqueza hídrica, cobrará importancia estratégica en un escenarios mundial de escasez de agua para el consumo humano, como el que pronostican los expertos del cambio climático de las Naciones Unidas.
En un reciente foro sobre el agua, organizado en Bogotá por la Embajada de los Países Bajos y la Revista Semana, Carlos Costa, titular de la cartera de Ambiente, sentenció: "La sensación de que el agua se está acabando es cierta".
Dentro de ese contexto, Sucre también cobra especial importancia. Solo en aguas subterráneas dispone de nueve sistemas de acuíferos identificados:
*La formación Morroa, de donde se abastecen los acueductos de Ovejas, Los Palmitos, Morroa, Betulia, Corozal, Sincelejo, Sampués. En el departamento de Bolívar surte al de El Carmen de Bolívar, y en Córdoba, a los de Chinú y Sahagún.
*La formación Betulia. Abastece a San Pedro, Buenavista, Galeras y Sincé.
*La formación El Roble surte a El Roble, Galeras y San Benito Abad
*La formación Toluviejo alimenta los acueductos de Chalán y Colosó. También a comunidades rurales de Toluviejo y San Onofre. *La formación Morrosquillo. Sirve a San Onofre, Palmito, Toluviejo, Tolú y Coveñas.
*La formación San Onofre: de agua salobre.*La formación Sincelejo. De producción limitada y regular calidad.
*La formación San Marcos: surte a la Unión, Caimito y San Marcos.*Y la formación Mojana. Provee a los municipios de Sucre, Majagual y Guaranda. Es la formación más grande que tiene el departamento por su área de producción, pero también la más susceptible a la contaminación por agroquímicos.

Hay que actuarAunque estos acuíferos son de larga vida --el de Morroa tiene agua confinada desde hace 800 años--, si no se toman correctivos para blindarlos de la contaminación y de la sobre explotación, lo más probable es que frente a un escenario extremo de sequía la población no pueda echar mano de ellos para abastecerse.En el caso de las formaciones costeras, que es el tema que nos ocupa por la incidencia del mar sobre ellas y porque su recarga natural se vería afectada por las bajas precipitaciones que se dan en la zona, el ingeniero Jorge Luis Martínez urge sobre la necesidad de ahorrar y darle un uso eficiente al agua y que las empresas se servicio público disminuyan las pérdidas por las tuberías de conducción.
Recarga artificial… Otra medida, sostiene Martínez, es implementar la recarga artificial de los acuíferos. En ese sentido Carsucre experimenta con unas obras piloto de recarga en el predio El Tesoro, en Morroa. El propósito es que una vez se determine un sistema eficiente, los entes territoriales, las empresas de servicios públicos y el Ministerio de Ambiente financien obras de mayor envergadura que retroalimenten los acuíferos de forma antrópica (no natural).

Los acuíferos, tesoros escondidos

¿Qué peligros se ciernen sobre los acuíferos de Sucre como consecuencia del cambio climático?
Héctor Mario Herrera: El cambio climático afectará no solamente al recurso hídrico sino muchas actividades humanas que dependen de él. Si la disponibilidad del recurso hídrico se ve afectada, pues los acuíferos también se van a ver afectados. Dicho de otra manera: si un acuífero depende de una recarga continua o permanente y por el cambio climático esta recarga no va a ser continua, entonces pone en riesgo la disponibilidad de este recurso. La preocupación más grande en los recursos hídricos subterráneos es por los acuíferos costeros que están íntimamente relacionados con la cuña de mar. Si el nivel del mar va a aumentar, esa cuña se va a adentrar más hacia el continente. Lo que tenemos que hacer es idear las estrategias y crear los mecanismos para evitar eso, o al menos disminuir el efecto.
¿Desde cuándo están trabajando para minimizar los impactos?
Desde que empezamos a hacer el diagnóstico del acuífero de Morrosquillo y que detectamos que había intrusión marina se dijo que es hora de actuar. Más o menos desde el 2005 para acá estamos trabajando en el proyecto del acuífero de Morrosquillo formulando el Plan de Manejo. Entonces las acciones son ya, y por eso las reuniones que hacemos con los actores claves para que entre todos formulemos un plan de manejo que nos permita seguir dándole los usos que le damos y para usos posteriores teniendo en cuenta ese riesgo que se va a presentar.
Los dueños de pozos profundos temen que Carsucre se los cierre cuando las empresas de acueducto aún no prestan un servicio eficiente y las coberturas son bajas...Ese es uno de los grandes problemas: que la gente dice "yo necesito el agua y yo construyo mi pozo". Lo que pasa es que por ley toda persona natural o jurídica que quiera hacer aprovechamiento del recurso hídrico, ya sea superficial o subterráneo, necesita un permiso. Y la legalización es eso: pedirle a Carsucre permiso. Carsucre no le niega permisos a nadie.
¿No está prohibido tener pozos profundos?
No está prohibido. Lo que está prohibido es aprovecharlos ilegalmente. ¿Y cómo es legalizarlos? Simplemente ir a la Corporación, llenar unos requisitos, se abre un expediente con el nombre del propietario, las características que tiene el pozo, se localiza en el mapa y nosotros le decimos cuánta cantidad de agua puede extraer, de tal manera que no vaya a perjudicar a los pozos que están legalizados y a los demás. Eso sí, vamos a cerrar a todos aquellos que sean fuentes de contaminación.
¿No es un contrasentido permitir la proliferación de pozos y pretender que las empresas de acueducto mejoren?
Claro, y eso lo va a haber ahora cuando el acueducto de Coveñas entre en funcionamiento. Ya el usuario que tiene su pozo va a decidir entre "seguimos explotando por mi cuenta este pozo o me conecto al acueducto y lo sello..."
Y pagar una tarifa... porque con su pozo no lo hace...
Claro que tiene que pagar, porque la extracción del agua la tiene que hacer a través de una bomba que consume energía, además de eso va a tener que pagar una tasa por el uso de esa agua. Y si usted no lo legaliza, Carsucre le cobrará una multa por estar aprovechando ilegalmente un recurso.
¿La legalización incluye los pozos artesianos?
Los pozos artesianos que son para consumo doméstico no necesitan legalización. Pero cuando se está utilizando para alguna actividad económica, ya sea agrícola, industrial o turística sí necesita legalización.
¿En qué se diferencia un pozo artesiano de uno perforado?
Generalmente los pozos artesianos son de medio o dos metros de diámetro, revestidos en ladrillo o en husillo de cemento, son construidos a mano, no tienen mucha profundidad, y en la mayoría la extracción se hace manualmente. Cuando se utiliza algún tipo de bombeo para extraerlo, sí se necesita legalizarlo.
¿Debemos esperar un agotamiento de los acuíferos?
Afortunadamente tenemos unas grandes reservas de agua subterráneas, que tienen problemas locales de contaminación por intrusión marina, que también tenemos identificados unos focos potenciales de contaminación como letrinas, pozos de absorción cerca de los pozos de abastecimiento, algunos basureros a cielo abierto que pueden provocar lixiviados que van a llegar al acuífero, aguas residuales y las mismas actividades agrícolas por el uso de pesticidas ponen en riesgo la calidad de la misma.
Cuando habla de que hay gran reserva ¿en qué se basa?
Nosotros no calculamos para cuántos años tenemos agua porque sería muy irresponsable hacerlo. La idea es que la cantidad de agua que haya nos dure para siempre. A eso se llama manejo sostenible y a eso tenemos que tender. No importa qué cantidad de agua tengamos. Podemos tener poca, pero si esa agua la manejamos de tal manera que nos dure por mucho más tiempo para los hijos que tengamos, no importa.
En una charla con la comunidad usted reconoció que apenas tienen una idea de dónde están las zonas de recarga ¿dónde serían?
Tenemos la hipótesis de que la principal zona de recarga del acuífero de Morrosquillo está en los Montes de María. En todas estas rocas calcáreas que hay de Toluviejo, Colosó y Chalán. Estamos haciendo unos estudios isotópicos que nos van a corroborar si eso es cierto o no.
Esta zona acuífera está reconocida a nivel internacional ¿cómo es eso?
El acuífero, en el 2006, fue incluido en un plan de manejo de acuíferos costeros por la Unesco, donde participan acuíferos de todo Iberoamérica: de Argentina, Brasil, Venezuela. De Colombia, por el acuífero de Santa Marta y el acuífero de Morrosquillo; de Costa Rica, México. De Cuba, Portugal y España. Y desde el 2009 hace parte de un proyecto conjuntamente con el acuífero del Golfo de Urabá con el Organismo Internacional de Energía Atómica (de las Naciones Unidas).
¿Y eso por qué?
Porque es uno de los principales acuíferos costeros y recurso hídrico estratégico que tiene Colombia.
Por ser la zona más amenazada con el cambio climático ¿qué escenarios futuros manejan?
Esas modelaciones matemáticas todavía no las tenemos. Esperamos que con el OIA (Organismo Internacional de Energía Atómica) en el 2011 tengamos ese modelo matemático del acuífero para poder hacer las proyecciones que necesitamos.
La OIA les donó un equipo ¿de qué se trata?
Gracias a un convenio que tenemos con la OIA para el estudio isotópico del acuífero de Morrosquillo y de Urabá, se le donó a Carsucre un equipo que se llama "analizador de aguas líquidas para isótopos". Costó como 250 millones de pesos. Es el único en el país. En América Latina de este estilo solo hay dos con este. El otro está en Mar del Plata (Argentina). Este equipo va a convertir a la zona de Sucre en un centro de investigación. Nos va a permitir establecer donde están las zonas de recarga, la relación de las aguas lluvias con esos con esos manantiales, la relación de los manantiales con los acuíferos, la relación de las aguas superficiales con las aguas subterráneas.