lunes, 2 de diciembre de 2013

Ley de Restitución es una dictatura: ANUC

Por Elsa P. Peniche 
Para Héctor Conde Ibáñez, presidente de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC ) en Sucre, el Incora (hoy Incoder) estafó a los campesinos porque recibió un pago que hoy desconoce la Ley de Restitución de Tierras. Dice que como gremio exigirán la reforma de esta norma. A continuación segunda entrega de la entrevista que concedió para Blanco y Negro:

Lo de las reservas campesin
Héctor Conde Ibáñez
as, que usted menciona, también lo abordaron las Farc en La Habana...
Si hoy en Cuba las Farc están hablando de la reforma agraria es porque saben que el campesino sufrió mucho con todos los actores armados ilegales. Cuando la guerrilla utilizaba la zona (Montes de María) de corredor o acampaba uno o dos días por allí, venía el ejército y decía que éramos colaboradores de la guerrilla. Posteriormente, entre el 98 y 2000, entran los paramilitares y se agudizaron las masacres de campesinos. Quedamos en dos aguas, en medio de los paramilitares, la guerrilla e incluso del Ejército. Eso generó mucho desplazamiento, pero ese fenómeno no lo ocasionaron los que posteriormente compraron de buena fe, sino los actores armados ilegales.
Gerardo Vega (Premio Nacional de Paz) sostiene que la buena fe tiene que estar exenta de culpa y es lo que no han podido demostrar los tenedores de las tierras reclamadas. ¿Cómo explica la ANUC esta situación? 
Porque es una ley que se vino formulando desde el 2007 y los ponentes no tuvieron en cuenta a las organizaciones agrarias de todo el país. Se enfocaron a una ley que es una dictadura por lo siguiente: porque no se tiene en cuenta que el Incora revocó un título en primer lugar y se lo entregó a otro campesino y ese otro campesino recibió ese título y lo registró en Instrumentos Públicos. Son dos instituciones del Estado ante las que el campesino se volvió un legítimo propietario. La Ley 1448 se lleva por encima a esas dos instituciones, no tiene en cuenta que son instituciones del Estado,  ni tampoco tiene que ver con los créditos a los que esos campesinos poseedores se hicieron con el Banco Agrario, el Banco Ganadero, con una ONG. 
¿No valoran esos casos en los procesos?
No. Y al que se ha sentenciado (a devolver la tierra) no le dicen siquiera: "mire, tal día lo vamos a sacar" o "tenemos una reunión cara a cara con el que le vendió". Me da mucha tristeza, porque viví uno de esos despojos en donde va el juez, la Policía, la Unidad de Restitución, incluso la Armada Nacional con tanquetas como si fueran a sacar a un delincuente. Esa ley es una completa dictadura que no se compadece de la realidad que viven los campesinos en esta zona.
¿El problema es de hechura de la Ley o de la interpretación que hacen de ella los jueces? 
 Para mí el error está en los funcionarios de Restitución de Tierras, porque no hacen una caracterización como la deben hacer y, como le digo, hay funcionarios, según los campesinos, que les hacen las declaraciones a los reclamantes y lo hacen, a mi juicio, para dar resultados. ¿Qué pasa con eso? Que están creando odio entre los campesinos.
El Gobierno ha reiterado que los que compraron de buena fe no tienen por qué preocuparse, pero la realidad es otra, ya que les resulta difícil en el contexto de violencia demostrar esa buena fe.
Es difícil porque aquí va todo acotejado para el Tribunal de Restitución en Cartagena, porque allí no oyen a nadie y, según las declaraciones que ellos hacen, el juez dice: "Usted es un despojador". 
¿Cómo explica que estos campesinos y pequeños productores hayan comprado esas tierras muy por debajo del valor permitido por la ley?
De pronto se compró por debajo del precio comercial, pero sí se compró un poquito por encima del precio que la recibió del Instituto de Reforma Agraria (Incora). En Ovejas, por decir algo, para los años 80 se adquirieron a 40, a 60  mil pesos la hectárea. El que la vendió lo hizo hasta por 150 mil pesos más por hectárea. Incluso esos compradores que adquirieron los predios por debajo, como dice usted, del precio legal, se comprometieron a pagarle la deuda contraída con el Incora en ese tiempo. Tengo campesinos con recibos donde ellos se comprometieron, además de la promesa de venta, a pagar la deuda del Incora y así lo hicieron, incluso al mismo Incoder.
¿Y esos recibos no se los están reconociendo como medio de prueba?
Absolutamente. Consideramos que el Incora y el Incoder han sido unos estafadores a los mismos campesinos, porque si recibieron un pago y les dieron un paz y salvo y hoy eso es desconocido por la Ley de Restitución de Tierras es un ente del Estado también atracador.
¿Qué van a hacer frente a este escenario?
La ANUC no quita una sola letra de nuestra propuesta: que se consideren a las dos partes víctimas,  porque el que se fue inicialmente huyéndole a la violencia, que no se la generó aquel que compró, lo hizo a causa de los actores armados ilegales en la zona. Al que está hoy en posesión se le deje allí en ese terreno, produciendo como lo viene haciendo, y el que se fue que lo reubiquen en otro predio en buen estado, se indemnice o se repare. Porque en este momento a quien están despojando sale con las manos en la cabeza, salen con deudas. 
¿Cómo piensan lograr ese objetivo?
Reformando la Ley. Aquí si queremos la paz, si queremos la tranquilidad en Colombia los campesinos que son los que más han llevado del bulto en esta guerra sucia que se está llevando en Colombia, entonces que se modifique la ley. 

El Estado debería aplaudir a los que no nos dejamos quitar el territorio: ANUC

El presidente de la ANUC Sucre, Héctor Conde Ibáñez, asegura que algunos campesinos han informado que funcionarios de la Unidad de Restitución de Tierras los incitan y les hacen los libretos para que reclamen las tierras que vendieron de buena fe.
¿Cuál es la postura de la ANUC frente a la Ley de Restitución de Tierras?
La mayoría de las tierras en los Montes de María fueron recuperaciones de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos de Colombia en los años 70, 80, 90. Por el embate de la violencia muchos campesinos tuvieron que salir huyendo despavoridos de esa zona por las masacres de los actores armados ilegales. Al venirse del pueblo a la ciudad o a otro municipio lo primero que pensaban ante la falta de trabajo y la situación precaria que vivían era "voy a recuperar algo", "voy a vender mis mejoras en la parcela y hago algo en la ciudad". Así sucedió. Le vendieron a otro campesino que estaba en la zona o que tenía familia allí. Lo hicieron de buena fe. La mayoría con sus documentos solicitaron al Incora que les diera permiso para vender su posesión o sus mejoras. El Incora les concedía ese permiso y le daba caducidad a ese título. 
¿La Unidad de Restitución ha llamado a la ANUC a testificar en los procesos de restitución?
Esa es la crítica que les estoy haciendo, porque no hacen una caracterización como la deben hacer. Por ejemplo, al poseedor actual han debido llegarle con esa caracterización: "¿Cómo llegó usted aquí?", "¿Cómo compró?", "¿Por qué está aquí?", "¿Cómo le vendieron esto?". Pero eso no lo hacen. Incluso, los mismos funcionarios le hacen las declaraciones, que es bastante peligroso, a aquel campesino que salió inicialmente.
¿Cómo así que le hacen la declaración?
Les hacen las declaraciones porque incluso los visitan en sus casas y le dicen: "Mire, usted tiene derecho a retornar a su parcela y usted tiene que decir esto y esto". Así nos lo han dicho algunos campesinos.
¿Les hacen el libreto?
Sí, es un libreto muy bien expuesto, pero en contra del poseedor y eso apenas va al Tribunal de Cartagena fallan automáticamente en contra del que está en posesión. Los mismos campesinos que van a dar la declaración han dicho eso. Incluso cuando llaman a dar una declaración no saben ni qué van a decir. Eso nos preocupa. Qué tal si pedimos un  cara a cara. La misma Ley es muy clara en decir que el que mienta tiene pena de cárcel de entre 8 y 12 años. No podemos permitir que embarquen a un campesino en esa situación.
¿Qué van a hacer al respecto?
Mira que la mayoría son campesinos de estratos uno y dos y eso es lo que estamos defendiendo. Y al mediano propietario incluso, porque dentro de nuestros estatutos caben. Entonces, estamos solicitando y no nos salimos de allí, es que se declaren a las dos partes víctimas. El que se fue primero, se fue por la violencia que se vivía y el que compró de buena fe se quedó allí pese a que le asesinaron a algún miembro de su familia. 
De los casos de restitución que hemos registrado, el del señor Meza, por ejemplo, poseedor de varias parcelas en la finca El Capitolio, en Canutal, es el prototipo de un mediano productor del campo. ¿Por qué lo apoyan?
Me llama mucho la atención como presidente de la ANUC la situación de Hernando Meza. Es un mediano propietario que vive del campo y, según las versiones que recogí de él en la zona, es un señor que se ha portado muy bien con Canutal, Canutalito y los alrededores. Y lo otro es que estuvo secuestrado por las Farc. Los paramilitares le quitaron una camioneta comprada con crédito que hizo. El ELN le robó dos o tres camiones de ganado. Al caído no hay que caerle, hay que darle la mano. La ANUC estuvo presente en el despojo que se le pretendía hacer en la semana antepasada y pudimos verificar que el tipo tiene 11 hijos, los tiene estudiando. Él compró 8 parcelas y si se quiere son unos parceleros más que no llegan ni siquiera a la unidad agrícola familiar si la repartimos entre su familia. La ANUC lo ha respaldado y lo sigue respaldando incondicionalmente, porque considero que a estos compañeros campesinos medios que compraron el Estado debería estarlos aplaudiendo, porque no nos dejamos quitar el territorio de los actores armados ilegales. Esto debe estarlo aplaudiendo el Estado porque mire la situación de Hernando Meza, secuestrado, extorsionado e hicieron todo lo quisieron con él y se mantuvo allí y eso lo aplaudimos nosotros, porque es un campesino berraco. 
Según Gerardo Vega, premio nacional de paz en el 2012, hay gremios y asociaciones que están siendo utilizados para desprestigiar la Ley de Restitución y dividir las comunidades. ¿Es factible que eso le esté ocurriendo a la ANUC Sucre?
No. Le vuelvo a repetir: Lo que estamos defendiendo es a ese campesino medio. La gente dice que estamos defendiendo a los grandes latifundistas y no es así. Estamos defendiendo es la situación histórica que ha vivido ese señor y otros campesinos más, porque la ANUC no puede desconocer el esfuerzo que han hecho por mantenerse en la zona.  Reitero, estamos de acuerdo con la paz. Una cosa es quienes la escuchan y la leen en la prensa desde afuera y otra es vivirla en el sitio. Además esta zona también la estamos peleando como zona de reserva campesina para una verdadera consolidación de la paz y la producción. Queda claro que en esa zona cada familia campesina tiene derecho a hasta dos unidades agrícolas familiares. La unidad agrícola familiar en los Montes de María consta de 48 hectáreas. Y la misma ley permite tener hasta dos unidades agrícolas por familia. Es decir 96 hectáreas. Eso peleamos, pues quien tenga 50, 70 hectáreas debe estar tranquilo. Eso lo contempla la misma ley y la reglamentación que estamos haciendo como zonas de reservas campesinas.

Publicado el domingo 17 de noviembre 2013 en:

http://www.elmeridianodesucre.com.co/blanco-y-negro/item/29943-el-estado-deberia-aplaudir-a-los-que-no-nos-dejamos-quitar-el-territorio-anuc

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