Sergio Fajardo, ex alcalde de Medellín y posible candidato a la Presidencia de la República, nos habla, en esta segunda y última entrega de una entrevista exclusiva a Blanco y Negro, de su percepción de las relaciones de Colombia con Ecuador, Nicaragua, Venezuela y E.U.
Por Elsa P. Peniche
¿Si usted fuera presidente cómo asumiría la actitud hostil del Gobierno de Ecuador?
Cuando sea presidente en el 2010 la situación es muy distinta porque el mundo ha cambiado. No tengo la menor duda de que de la mano de Jaime Bermúdez (canciller) nuestro país va a establecer una política verdadera en las relaciones exteriores y dentro de esa política verdadera uno de los puntos fundamentales ha sido, y eso es un avance del presidente Uribe por un camino tortuoso --porque se han cometido errores--, que se identifique que las Farc son un grupo terrorista y que la unión de América Latina pasa por estar del lado de Colombia y condenando a los grupos terroristas. Y lo que ha quedado al desnudo en todo esto es que ha habido unas relaciones exteriores muy débiles por falta de una verdadera estrategia. Tenemos unos gobernantes al lado, gobernantes que han tenido unas actitudes con nosotros y que es parte fundamental de nuestro trabajo. Entonces, no tengo la menor duda de que en el 2010 vamos a tener una política de relaciones exteriores, que es la verdadera política, que se parte del respeto a nuestro país.
¿Y cómo califica la actitud de Daniel Ortega de "consentir" a las presuntas guerrilleras mexicanas que estaban en el campamento de Raúl Reyes?
Absolutamente fatal, pero le voy a decir una cosa: yo creo que una persona como Daniel Ortega solamente por el comportamiento como ser humano con su hijastra (Zoilamérica Narváez, lo acusó de abusar de ella sexualmente) yo creo que ese tipo de personas no son las que nos sirven a nosotros como gobernantes, independientemente de que uno puede tener discrepancias, porque es que los países pueden pensar distinto y eso no es problema, nosotros no tenemos que tener a los países pensando igual a nosotros. Esa es la democracia. Como es justo y necesario que haya oposición y que haya diferentes opiniones, eso es sano. Pero yo no tengo el más mínimo respeto por Daniel Ortega como persona gobernando un país.
¿Usted confía en el presidente Chávez?
¿Confiar en qué sentido?
Bueno, el presidente Uribe lo visitó y se limaron las asperezas, pero Chávez no vino a la cumbre de presidentes en Colombia ¿qué lectura le hace?
Extraña, y por supuesto en estas cosas uno tiene que ser muy cuidadoso, porque hay muchas cosas que ocurren por dentro que nosotros no sabemos. Yo he sido gobernante, yo sé que hay muchas cosas que pasan, que no se conocen y no hay nada más peligroso que uno haciendo juicios teniendo piezas de la información que no conoce. Por eso no me precipito a decir que yo haría tal cosa. No soy capaz de decir que ya el presidente Uribe y Chávez están de nuevo amigos. Hemos pasado por ver todo lo horrible que ha sido el presidente Chávez en la manera como se ha referido a nuestro presidente, que es agresiva, dolorosa, injusta, inmerecida, que no es de un presidente. Entonces, no sé por qué no vino, no tengo la más mínima idea. Pero me parece extraño porque ellos no habían conversado que él iba a venir. Eso fue una cosa que él tomó como decisión y él mismo decidió no volver. ¿Sabe lo que hay que hacer? no le pare bolas.
¿Si el presidente Uribe se lanza a la reelección y las encuestas dicen que arrasa en intención de votos usted se le pega a su equipo?
Dos cosas: No creo que el presidente Uribe se vaya a presentar. No creo, no lo he hablado con él, no es que estemos hablando y me haya dicho, Sergio querido, yo no voy a presentarme, no. Creo que no se va a presentar porque en alusión a todo lo que pasa a su alrededor, lo que ocurre con su popularidad, su reconocimiento es embriagador y en ese mundo del poder es tremendo, él es una persona inteligente y él sabe lo que significa perpetuarse en el poder y dar ese paso. Personalmente creo, como se lo han sugerido muchísimas personas muy cercanas, que el Presidente no se va a presentar.
Pero, en adición a todo eso, hay una expresión: nosotros hacemos política por convicción, no por cálculo, y es que nosotros, por ejemplo, no tenemos los congresistas, nunca hemos dicho que para que pase esto tiene que hacer esto. Lo único que hemos dicho, por ejemplo, en el Gobierno, es trabajemos juntos para resolver los problemas. No tengo ningún familiar colocado en ningún puesto. No tengo nada que negociar para mí, simplemente luchar por unas ideas.
¿Considera conveniente que las relaciones de Colombia con los E.U. se mantengan cada vez más fuertes o hay que empezar a mirar hacia otro lado?
Creo que Colombia debe tener relaciones en diferentes frentes. Creo, por ejemplo, que el TLC es importante para Colombia y Estados Unidos, y seguramente le podemos hacer algunos arreglos, pero creo que hay que hacer tratados de libre comercio con la Unión Europea y los países latinoamericanos. En un mundo globalizado hay que tener relaciones con los otros países. Y con los Estados Unidos tenemos que tener una buena relación comercial, que es importante para nosotros, con ajustes de ese TLC cuando veamos su impacto en nuestro país y, sobre eso, siempre tener unas relaciones de independencia y de respeto.
¿A qué atribuye esa buena alcaldía que usted hizo: a una abultada chequera, a un presidente también paisa, a su empatía con los medios o a gestión propia?
Pero fíjese que usted me pone cuatro alternativas y no pone en la forma como hicimos la política, en el manejo impecable de los recursos públicos, en tener un programa...
Allí está, en el punto de gestión...
Sí, pero Elsa, realmente me quedo sorprendido, fíjese que todas las preguntas que me está haciendo es de una manera... 'que abultada chequera', todos disminuyendo nuestro trabajo, pero se lo voy a decir: porque cambiamos la política, porque no nos robamos un peso, porque hicimos todo con transparencia, porque sabíamos para qué era el poder, porque manejamos el poder con la mejor calidad, con la pasión más grande, con conocimiento, con honestidad, sensibilidad, porque demostramos que podíamos transformar el poder. Todo lo que usted me está diciendo es encasillarme dentro del poder tradicional y eso es precisamente lo que nosotros rompimos.
Pero ayudó un poquito...
¿El qué?
...Tener un Presidente ¿o no?
¿Pero por qué? Ese es el tipo de afirmaciones...
Es una pregunta que le hago, es mi deber hacérsela...
Pero es una pregunta y es una afirmación. Yo no creo que el Presidente nos haya ayudado más o menos a lo que ayuda a cualquier otro, porque nosotros no negociamos, porque nosotros no chantajeamos, nosotros trabajamos de frente y porque hemos hecho los proyectos. Dígame una circunstancia donde el presidente Uribe le hizo esto a Fajardo y que ninguna parte de Colombia se lo ha hecho. Eso no es así.
¿Y la empatía con los medios tampoco, dado que usted ha trabajado en algunos de ellos?
No sabría decirle en qué ayudó si nosotros nunca le entregamos pauta a los medios de comunicación y de hecho esto dio mérito a que hay algunos que no hacen sino hablar mal de mí. Ahora, nosotros hemos hecho las cosas de frente, transparente. También valdrá, de pronto, Elsa, que detrás de todo esto es que nosotros tenemos algo bueno. Algo bueno tendremos que tener porque unos tipos que se metieron a la política sin plata, sin puestos, sin nada.
¿Finalmente, de manera muy sintética cuál es la Colombia que quiere construir?
La Colombia que empieza a vivir en otro capítulo de nuestra Historia, donde la violencia no es el signo de nosotros sino las oportunidades.
(Publicada el 17 de agosto de 2008 en EL MERIDIANO de Sucre-sección Blanco y Negro)